En MSD Animal Health sabemos que para contar con una producción óptima y rentable, es necesario tener una buena producción. Para ello, es importante estar bien informados sobre las principales enfermedades, como la Enfermedad de Gumboro, la de Marek, la Coriza Infecciosa y la Coccidiosis, así como la Enfermedad de Newcastle en aves.
En este artículo, te hablaremos a fondo sobre esta afección, su etiología y patogénesis, transmisión, signos clínicos y su prevención.
¿Qué es la Enfermedad de Newcastle?
Se trata de una afección viral altamente contagiosa de presencia mundial ocasionada por el Virus de la Enfermedad de Newcastle (NDV, por sus siglas en inglés). Aunque fue descubierta en Indonesia en 1926, su nombre proviene del pueblo de Newcastle-on-Tyne, Inglaterra. También se le conoce como Enfermedad de Ranikhet, Pseudopeste aviar y Neumoencefalitis aviar.
Etiología y patogénesis
El virus que provoca la Enfermedad de Newcastle se trata de un paramixovirus del género Orthoavulavirus. El NDV fue clasificado originalmente en tres grupos de virulencia tras su inoculación en embriones y pollos: 1) Virulentos (Velogénicos); 2) Moderadamente virulentos (mesogénicos); y 3) Baja virulencia (lentogénicos) (Diseases of Poultry, 14th ed., 2020).
No obstante, ahora los velogénicos y mesógenos son clasificados como NDV virulento (vNDV), aquellos que causan la Enfermedad de Newcastle, y NDV de baja virulencia (IoNDV), ampliamente utilizado como vacunas vivas.
Otra forma de clasificación los separa según su patogenicidad, tropismo y capacidad de producir signos clínicos:
- Velogénico viscerotrópico: Forma de alta patogenicidad en la que se observan lesiones intestinales con frecuencia.
- Velogénico neurotrópico: Muestra habitualmente signos respiratorios y nerviosos; presenta una mortalidad elevada
- Mesogénico: Presenta signos respiratorios y nerviosos, de forma ocasional; tiene una baja mortalidad.
- Lentogénico o respiratorio: Se presenta por medio de infecciones respiratorias leves.
- Asintomático: Consiste en una infección intestinal subclínica, comúnmente.
La gravedad de una infección de Newcastle en aves dependerá de la virulencia, así como la edad, estado del sistema inmune y la susceptibilidad del huésped. Es importante mencionar que los pollos son la especie más susceptible.
Transmisión del Virus de la Enfermedad de Newcastle en aves
El NDV puede encontrarse en las secreciones y excreciones de las aves infectadas; por ejemplo, saliva, fluido nasal, heces y exhalaciones. Su transmisión se da por contacto directo o mediante fomites, que pueden ser alimentos, agua, equipo, personas y prendas de vestir contaminadas. El virus de la Enfermedad de Newcastle puede sobrevivir durante varias semanas, particularmente en ambientes fríos y puede encontrarse en todas las partes del cadáver de un ave infectada.
Asimismo, se trata de una enfermedad extremadamente contagiosa que puede infectar a todas las aves de una parvada en cuestión de días.
Signos clínicos de la Enfermedad de Newcastle en aves
Como mencionamos, la diseminación de la enfermedad ocurre en un periodo corto tras su exposición vía aerosol. Si se transmite vía fecal-oral, ésta será relativamente más corta en especial en aves enjauladas.
Los signos observados varían dependiendo la cepa del virus infectante, pues algunas tienen una predilección por el sistema nervioso, otras por el respiratorio y el digestivo. De esta forma, podemos clasificar los signos según su blanco:
- Signos del sistema respiratorio: Tos, estornudos, estertores. Estos signos predominan en infecciones por NDV de baja virulencia (IoNDV).
- Signos del sistema nervioso: Temblores, parálisis de alas y piernas o completa, cuello torcido, movimiento en círculos, espasmos clónicos. Estos son resultado de una infección velogénica neurotrópica.
- Signos del sistema digestivo: Diarrea.
De igual manera se pueden observar distintos niveles de depresión, inactividad e inapetencia por parte de las aves. Es posible que la producción de huevos cese de forma parcial o, en ocasiones, total. Al respecto, los huevos pueden mostrar un color anormal, así como una forma irregular y una albúmina acuosa. Los índices de mortalidad provocados por Newcastle pueden variar, pero éstos pueden llegar al 100% en infecciones ocasionadas por vNDV.
Es importante considerar que, aunque un ave no muestre signos de infección, éstas excretan el virus a través de la saliva y las heces.
Impacto económico
El impacto negativo y las pérdidas económicas potenciales ocasionadas por la Enfermedad de Newcastle es de particular importancia. Por los altos índices de mortalidad que se pueden llegar a presentar en las parvadas (de hasta el 100%), en países donde se han dado brotes virulentos han existido pérdidas cuantiosas.
De acuerdo con el Grupo de Especialistas en Especies Invasoras (ISSG), un grupo internacional de científicos y expertos en la materia, un brote de la Enfermedad de Newcastle ocurrido de 1971 a 1973 en el estado de California, Estados Unidos provocó un gasto de aproximadamente 50 millones de dólares para su control. Esto implicó la interrupción de producciones comerciales, así como un incremento en los costos para los consumidores.
Por otro lado, su presencia afecta a las unidades de producción de carne de ave y de aves para postura, así como la exportación de la misma. Entre 2018 y 2019 los países más afectados por la enfermedad fueron: Israel, Estados Unidos de América y Bélgica, con una suma de 2,907,463 animales afectados, principalmente en sitios de explotación comercial, según informa el Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), un instituto dependiente del gobierno mexicano.
Prevención
De acuerdo con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en francés) indica que la primera medida de defensa es el establecimiento de procedimientos eficaces de bioseguridad para evitar la introducción de la enfermedad que contemple medidas como:
- Aislamiento o cuarentena estrictos de los brotes;
- Limpieza y desinfección completas de los locales.
- Eliminación de los cadáveres de acuerdo a los protocolos de sanidad.
- Control de la plaga en parvadas.
- Prevención del contacto con aves de estatus sanitario desconocido.
- Considerar un periodo de vacío sanitario entre cada ciclo productivo.
- Control del acceso a las granjas avícolas.
En conjunto con las medidas adecuadas de bioseguridad, se debe contemplar un programa integral de vacunación. Las vacunas inducen una respuesta de anticuerpos, por lo que se debe exponer a una dosis mayor de vNDV para ello. Las vacunas contra la Enfermedad de Newcastle en aves no brindan una inmunidad estéril, lo que lleva a que en muchas partes del mundo se utilicen para prevenir pérdidas ocasionadas por la enfermedad.
Las vacunas vivas lentogénicas, principalmente aquellas elaboradas con las cepas B1 y LaSota, son administradas masivamente mediante el agua de bebida o por aspersión. La inmunidad que estas vacunas brindan disminuye la cantidad de vNDV que las aves arrojarán si llegan a infectarse.
Aunque los métodos de vacunación masiva implican una menor mano de obra para su administración, si no son usados adecuadamente, menos del 85% de la parvada será inmunizada, lo que significa que no se alcanzará la inmunidad de la manada.
Por otro lado, la vacunación individual se realiza por medio de las fosas nasales o el saco conjuntival. Los pollitos sanos deben vacunarse desde el día 1 de vida y hasta el 4. No obstante, retrasar la vacunación hasta la segunda semana de vida evitará la interferencia de anticuerpos maternos.
Vacunas vectorizadas
Como parte de la investigación científica constante que se realiza para hacer frente a las principales enfermedades que afectan la productividad de la industria avícola a nivel mundial, se han creado vacunas recombinantes que, por su diseño, protejan a las aves frente a diferentes afecciones, como las enfermedades de Gumboro, Newcastle y la Laringotraqueítis Infecciosa Aviar.
Este tipo de vacunas están compuestas por organismos modificados, a los cuales se les eliminan los genes virulentos. Estos son reemplazados por genes de otros patógenos contra los que se desea generar inmunidad. El herpesvirus de pavo (HVT, por sus siglas en inglés) es uno de los virus más comunes para ser usado en las vacunas vectorizadas, pues tiene la característica de estimular el sistema inmune.
Algunas de las ventajas que este tipo de vacunas ofrecen son:
- La reducción de reacciones tras la aplicación de la vacuna (posvacunales). Esto quedó evidenciado al no generar lesiones en la Bolsa de Fabricio tras la aplicación de una vacuna recombinante contra la Enfermedad de Gumboro, en comparación con las vacunas vivas atenuadas 44.
- Como consecuencia de la liberación constante del virus vector, el HVT, disminuye la interferencia inmunológica. Esto lleva a que en algunos casos se evite la revacunación.
En MSD Animal Health buscamos brindarte la mejor información que te ayudará a optimizar tu producción de la mano de la buena salud y el bienestar de tus aves. Sigue explorando nuestro sitio para encontrar contenido de apoyo para el desempeño de tu trabajo y el cuidado de las aves.